Caperucita Roja es un cuento que a todos nos han contado de pequeños. Es el cuento que te explican para que aprendas que no hay que fiarse de los desconocidos, menos aún si son animales parlantes. Y es uno de los cuentos que nos enseña a las mujeres que siempre habrá un leñador (o un cazador, dependiendo de la versión) que venga en nuestra ayuda. Aunque eso no sea muy cierto, como podemos ver en el cuento original.
El corto que hoy os traigo es una revisión del clásico de Perrault (versión Caperucita se fastidia por confiada) revisado por los hermanos Grimm (versión siempre puedes confiar en que alguien te rescate) En esta ocasión, es el surcoreano Hyunjoo Song (aquí tenéis su portafolio) el encargado de darle una vuelta de tuerca al cuento de Caperucita convirtiéndola en una historia de amor muy tierna, al mismo tiempo que le da un toque de acción.
Con un estilo anime, consigue una obra de arte con algún que otro punto freak y una historia muy digna a la que ya quisieran muchas superproducciones hollywoodienses poder acercarse. Y, lejos de decirnos que no nos acerquemos a los desconocidos, como hace la historia original, en esta ocasión se nos insta a no fiarnos de las apariencias. Porque éstas engañan. Y mucho.
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