El eterno problema del hombre amigo de la mujer: Te quiero... como amigo. Si es que ellos no aprenden, y nosotras no aprendemos tampoco. Somos un poco tontas e insensibles, y ellos un poco ilusos por seguir confiando.
Para nosotras la amistad entre hombre y mujer existe. Para ellos también... si no está buena, claro. Esta es una forma de verlo en clave de humor.
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